Os presentamos en esta ocasión la fascinante trayectoria del pintor, escultor y ceramista italo-argentino Lucio Fontana. Nacido en Argentina en 1899, falleció en Italia en 1968 por lo que su vida artística transcurrió agitada entre dos guerras mundiales y los movimientos de vanguardia. La importancia de este artista radica en su defensa de la corriente artística conocida como espacialismo, aunque antes de eso desarrolló sus obras en Francia a lado de los expresionistas y de los precursores del arte abstracto.
La corriente pictórica del espacialismo surgió en 1946 con el objetivo de plasmar la total libertad del artista. Con influencias del Dadaísmo, el tachismo y el arte concreto, el espacialismo propone ante todo la simplificación de las formas intentando captar en las obras el movimiento y el tiempo. Proponían crear un nuevo arte a través del cual se pudiera mostrar el verdadero espacio del mundo.
Dentro de esta corriente espacialista, Lucio Fontana empezó a ser especialmente valorado por sus “Lienzos agujereados”, que consistían en lienzos monocromáticos a los que les practicaba unas incisiones con un cúter o una hoja de afeitar. Otros de sus cuadros eran realizados con clavos y otros objetos con el fin de demostrar artísticamente que el espacio tridimensional está presente en todos los objetos.
Los espacialistas sentaron sus propias bases artísticas en varios Manifiestos y folletos publicados entre 1947 y 1951 y algunos nombres que sonaron al lado del de Lucio Fontana son Guido Antoni, Mario Deluigi y Alberto Viani. Sin embargo, el más reconocido fue Fontana del que actualmente se subastan algunas obras y cuyo trabajo se puede ver en Milán en la fundación que lleva su nombre.
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